El pasado lunes 04 de setiembre se inauguró el primer Foro de Sustentabilidad organizado por la FADU, llevado adelante en las sedes de Montevideo y Salto. La actividad se extendió hasta el viernes 08.
En la apertura del foro se proyectó el documental «Cambiarlo todo sin cambiarlo nada», que se centra en el trabajo de transformación urbana del ecólogo catalán Salvador Rueda, quien participó de la actividad. Además, el profesional fue responsable de la conferencia inaugural del segundo semestre de Facultad: Planificar con fractales, la que tuvo lugar el 05 de setiembre.
El frío de la jornada no frenó a las personas interesadas en temas de medioambiente y sostenibilidad. A sala llena se proyectó el documental realizado por la fundación costarricense Ömina. Previo a la proyección hicieron uso de la palabra el decano de FADU, Marcelo Danza, y el Rector en Ejercicio, Álvaro Mombrú.
Danza valoró la presencia de referentes de otras facultades de la Universidad de la República (Udelar) y destacó que se amplió la convocatoria de participación a otras instituciones por «la capacidad de decisión» y «la obligación de decidir» que tiene sobre el tema la Udelar. «Quien puede dar un marco de proyección nacional a esto es la Udelar», afirmó.
Comenzó cuestionando hasta qué punto se estará a tiempo de «generar el golpe de timón que tenemos que dar en nuestras ciudades, para lograr tener un vínculo con el único planeta que tenemos», y recordó que hace rato el planeta Tierra está dando señales de «cansancio y agotamiento».
Por su parte, Mambrú, decano de Facultad de Química que suplió al Rector de la Udelar, Rodrigo Arim, sintetizó que los temas ambientales «nos trascienden a todos» y hay que pensar soluciones «transversalmente y tratar de ser creativos».
En cuanto a la situación específica que se presenta en el documental, el caso de Barcelona donde se realizó una importante intervención urbana, enfatizó en la importancia de poder «adaptar la experiencia de ellos». «Desde el punto de vista académico intentamos promover el análisis crítico de una situación exitosa y podemos alentar la idea de que se puede implementar en nuestro medio», puntualizó.
Antes de dar inicio a la proyección dio un adelanto del documental Marlo Trejos de la Fundación Ömina, reparando en que lo más importante del trabajo de Rueda es que «pone a las ciudades en el lugar que tienen que tener».
Tras la proyección de «Cambiarlo todo sin cambiarlo nada» compartieron sus reflexiones diversas voceras de distintas facultades de la Udelar: Julieta López, del Instituto de Mecánica y Fluidos de la Facultad de Ingeniería, Beatriz Rocco, de Hábitat y territorios de Ciencias Sociales, Ana Domínguez, del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de Facultad de Ciencias, y Luciana Echevarría, del Centro de Sustentabilidad de FADU.
López reconoció que desde la ingeniería sanitaria se trabaja en temas específicos de abastecimiento de agua potable, saneamiento, gestión de residuos sólidos, contaminación atmosférica, pero la mayoría de las veces se hace desde un diseño de infraestructura que plantea «una solución independiente, no desde esa mirada integradora». Sin contemplar esa «mirada» de la ciudad «como un ecosistema complejo» donde convive «la población, la infraestructura y los espacios donde se da la vida».
Rocco, la referente de Ciencias Sociales, relató que el documental aborda varios temas de interés para «pensar la ciudad» y sobre el lugar que «tiene la vida» en ella, lo que incluye a las personas y la naturaleza. Valoró la información que se brinda, no obstante, reconoció que no es posible hacer un «copy-paste», es decir, copiar la experiencia de Barcelona en las ciudades locales. «Hay que mirar siempre con una mirada crítica sin dejar de reconocer nuestra historia, nuestra conformación, nuestras deudas, nuestras urgencias».
Domínguez, geóloga de la Facultad de Ciencias, reflexionó sobre distintos aspectos como «la habitabilidad y la inhabitabilidad»; «degradación ambiental, hídrica y sonora», y el «equilibrio que debe existir entre distintas dimensiones, donde está incluida la naturaleza y los aspectos físicos, químicos y biológicos, pero también lo social, lo económico y lo político. Cualquier sociedad que se encamine a la sostenibilidad debe equilibrar todas las dimensiones.»
Uno de los aspectos en los que enfatizó la vocera del Centro de Sustentabilidad es el hecho de pensar las ciudades desde la «interdisciplinariedad», siendo necesario considerar las «diferentes voces» y «puntos de vista». Aseguró que uno de los «grandes desafíos» es reflexionar «qué podemos hacer de aquí en más con todo esto, sobre todo con lo que tiene que ver con el derecho a la ciudad, el derecho al espacio público».
Finalmente, cerró el panel el protagonista del documental, Salvador Rueda, quien reflexionó sobre su proyecto de diagramación de la ciudad en «supermanzanas» que se cuenta en el documental y se refirió a los recursos de los países de la región. «Yo creo, y más en realidades con presupuestos y financiaciones acotadas, que necesitamos desarrollar soluciones inteligentes. Normalmente la mayor parte de las soluciones las buscamos con infraestructuras tremendas, con unos costes inasumibles y con soluciones que finalmente se convierten en un problema todavía más grave. Cuando queremos resolver el tema del tráfico generando sucesivos cinturones y autopistas estamos extendiendo el problema cada vez más; el problema ecológico se multiplica por mil para finalmente para llegar al colapso todavía mayor».
Para Rueda la clave está en incorporar conocimiento y energía en cambiar las cosas teniendo en cuenta a las personas y sus conocimientos y, en su opinión, eso en el documental se ve.
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