Marcelo Carvalho Ferraz es arquitecto por la FAU-USP. Fue colaborador de Lina Bo Bardi de 1977 a 1992, participando en todos sus proyectos en ese período, entre ellos el SESC Pompeia. Dirigió el Instituto Lina Bo e P. M. Bardi de 1992 a 2001 y el Programa Monumenta – Minc (para la recuperación de ciudades históricas) entre 2003 y 2004. En 1992 publicó el libro Arquitetura Rural na Serra da Mantiqueira y en 2005 el libro Brasil Arquitetura–Francisco Fanucci e Marcelo Ferraz, con obras seleccionadas. En 2006 fue docente invitado en la Washington University in Saint Louis, Estados Unidos. Es profesor en la Escola da Cidade, São Paulo.
Es socio del estudio Brasil Arquitetura desde 1979, con proyectos premiados en Brasil y en el exterior, entre ellos el Barrio Amarillo en Berlín, el Museo Rodin Bahia en Salvador, y el Museo del Pan en Ilópolis (RS, Brasil).
Entre las obras destacadas de Brasil Arquitetura, se encuentra la Praça das Artes en São Paulo, conjunto de edificios que alberga los anexos del Teatro Municipal.
Sobre la Praça das Artes, lea a continuación un fragmento del artículo que el Arq. Gutavo Hiriart, docente de Taller Pintos, escribe para la revista Ensamble #4 (México):
Praça das Artes (plaza de las artes, en castellano), es un complejo cultural promovido por la Secretaría Municipal de Cultura de São Paulo. Ubicado en el centro de la ciudad, ocupa gran parte de una manzana que enfrenta al Valle de Anhangabaú, a un costado del Teatro Municipal. Como producto de la suma de varios lotes, el área resultante es un polígono totalmente irregular que cuenta con salidas a tres calles. Además, el nuevo terreno mantiene dos preexistencias: El Conservatorio de Teatro y Música, y la fachada del viejo Cine Cairo.
El estudio Brasil Arquitetura, dirigido por Francisco Fanucci y Marcelo Ferraz, en colaboración con Luciana Dornellas, más la participación de Marcos Cartum (por la Secretaría Municipal de Cultura), es el responsable del proyecto que fusiona los módulos de Cuerpos Artísticos (cuerpos estables municipales de orquestas y ballets) y de escuelas (música y baile) en una nueva entidad. Inaugurado casi en su totalidad en el corriente año, la etapa relativa a la plaza que desemboca en Formosa, calle lateral del valle, está aún sin terminar.
Hasta aquí los datos: un terreno complejo en un área importante de la ciudad; un armado programático con varios ingredientes diferentes, pero asociados en torno al arte. El elemento aglutinador, el que incorpora el proyecto como propuesta original, es el del espacio público continuo; es la concepción del edificio como paisaje, pero como paisaje emocional interior que no refiere a imágenes conocidas, sino que elabora un lenguaje propio, en respuesta a una nueva forma de intervención. El usuario o visitante se ve enfrentado a espacios que, siendo desconocidos, resuenan fenomenológicamente en su interior; lugares que evocan algo básico y primigenio.
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