El pasado lunes 30 de noviembre tuvo lugar el intercambio de estudiantes de diseño de segundo año, entre la Universidad Carnegie Mellon (CMU) y la Licenciatura de Diseño de Comunicación Visual de FADU – IENBA. Se trató de una instancia virtual sincrónica, llevada a cabo en inglés y enfocada a compartir los proyectos en los que los diferentes grupos de estudiantes de ambas facultades trabajaron durante el semestre.
El encuentro buscó priorizar la voz y el diálogo entre estudiantes, como forma de permitir un acercamiento entre pares y el intercambio de experiencias y reflexiones. Las presentaciones de los estudiantes tuvieron énfasis en el tipo de proyectos, procesos y abordajes que se exploran y adoptan en ambos hemisferios durante los estudios de formación profesional en el campo del Diseño. En el caso de CMU, participaron nueve estudiantes provenientes de tres áreas de especialización: comunicación, producto y ambiente, quienes cursan actualmente la materia How People Work, una introducción a la práctica y los principios del diseño centrado en los humanos, cuya docente es Silvana Juri (Uru.).
Desde la LDCV, participaron: Sabrina Viscardi, Joaquín Tate, Sabrina Ríos, Anthony Acevedo y Ana Lucía Alpuin, en representación de todo el colectivo de estudiantes de la asignatura DCV II -turno matutino-, cuya referente y coordinadora del intercambio, dentro del grupo de docentes de la asignatura fue Denisse Torena.*
Ambos grupos se desenvolvieron con energía y empatía. Si bien resultó un desafío extra para los estudiantes uruguayos presentar sus trabajos y discutir en su segunda lengua, lograron afrontarlo sin problemas, aspecto que fue resaltado por sus pares extranjeros.
Los y las estudiantes ubicados en Pittsburgh expresaron que lo más enriquecedor de la experiencia resultó visualizar procesos de trabajo basados en el territorio [refiriéndose a la intervención de DCV II matutino en el programa de extensión FADU en Casavalle], con proyectos y actividades con impacto social directo. Un intercambio cercano con poblaciones vulnerables, algo que no es habitual en su contexto de estudio, donde la extensión no forma parte de un pilar universitario.
Por otro lado, los y las estudiantes de Uruguay, valoraron acercarse a un tipo de estructura educativa distinta, como la que proponen las carreras en Estados Unidos, donde, por ejemplo, los estudiantes tienen la oportunidad de elegir todos los cursos que van a desarrollar durante su carrera para completar sus créditos.
En este intercambio se expresaron las ventajas y desventajas que propone cada modelo y cada grupo logró revalorizar las características de sus propias experiencias locales.
También permitió poner en perspectiva el tipo de práctica del diseño adoptada en cada caso, el cual se pudo divisar, va más allá del tipo de producto, propuesta, o equipo de estudiantes.
Finalmente, el intercambio logró visibilizar que la práctica del diseño permite un abordaje amplio, lo que no es necesariamente una especificidad técnica adoptada para un resultado final. Estos/as estudiantes no sólo diseñaron piezas comunicativas, diseñaron interacciones sociales, espacios de aprendizaje, vinculación, reflexión, experiencias transformadoras y empoderadoras.