El 28 de octubre a las 19:00 hs. se inaugurará en el Hall del edificio central la muestra de objetos de mobiliario del Arq. Juan Falkenstein.
La exposición es organizada por el Instituto de Diseño, en conjunto con el Diploma de Especialización en Proyecto de Mobiliario y el Museo Casa Vilamajó y estará abierta hasta el 6 de noviembre.
El Arq. Juan Falkenstein se ha interesado en el mundo de los objetos, de aquellos que pueblan el espacio doméstico, desde su época de estudiante de secundaria cuando por necesidad tuvo que diseñar para su casa una biblioteca con una mesa de dibujo. Luego, las revistas que llegaron a la facultad en la década de los ’50 desde el lejano Viejo Mundo, le trajeron imágenes que supieron cautivarle, y así fue como Rietveld, Breuer, Mackintosh, Mies, Le Corbusier, Wright y Aalto se constituyeron en sus referentes.
Hoy, después de medio siglo transcurrido, las decenas de objetos que habitan su casa-estudio —casa que construyera para su querida compañera y sus hijos—, testimonian un largo y prolífico camino recorrido, dando cuenta que «la pequeña escala» le era y le es tan sustancial como «la mayor».
«Considero que el mobiliario es parte integrante de cualquier concepción espacial, sea fijo o sea móvil, y constituye un medio adicional para manipular y conformar el espacio interior. Suministra la escala, define el volumen, diferencia las zonas y satisface necesidades funcionales. Dentro del diseño, el mobiliario trata una composición espacial que tiene que ver con la estructura, con la función y con la estética (…)» J. Falkenstein
La Muestra presenta una serie de objetos de mobiliario, donde la dimensión de lo constructivo parece guiar e impulsar la generación de la forma. La matriz tridimensional de alfajías de madera de 1″ que busca repetirse, se despliega hasta alcanzar las diferentes configuraciones de sus objetos cotidianos. Percheros, mesas, sillas, bancos, reloj, entre otros, forman parte de esta serie que él elige llamar «bienes de consumo económicos».
«Para los diseños se procedió con la idea de que los mismos debían efectuarse de un modo racionalizado, como económicos y funcionales, pensando en el aforismo de Mies de que “menos es más”. El sistema de proporciones se hizo extensivo a toda la serie con el criterio de establecer entre las distintas piezas una relación formal y funcional intensa. El vocabulario formal, la interacción de la verticalidad y la horizontalidad, la concepción y la estructura global debían ser de tal coherencia que cada pieza fuera un objeto discreto utilizable en contextos dispares.(…)» J. Falkenstein