La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo invita a la exposición Arquitectura Interior y Mobiliario que podrá visitarse del 29 de noviembre al 13 de diciembre en el balcón de Biblioteca de la Sede Central de FADU.
Sobre la exposición
La continua y veloz evolución de los modos de vida contemporáneos presuponen que los equipamientos de los espacios se renueven continuamente: las condiciones cambiantes de los mercados y de la producción requieren que los espacios no solo respondan a nuevas prestaciones funcionales, sino que además posean un alto contenido simbólico, expresivo y comunicativo.
Proyectar el espacio interior significa, por lo tanto, asumir la envolvente como un punto de partida para trabajar en su interior, operando no solo en el sistema de equipamientos e instalaciones, sino también en una amplia gama de componentes inmateriales que confieren al espacio de una precisa identidad y generan nuevas formas de relación entre sus usuarios (luces, colores, texturas, condiciones de confort ambiental, etc.).
El diseño del interior y su equipamiento provoca una interacción con la envolvente que puede llevar a su re-diseño.
Arquitectura Interior y Mobiliario, curso para estudiantes de grado de todas las carreras de FADU, propone diseñar una forma de colonizar el espacio arquitectónico partiendo desde el vacío, por medio de una estrategia que tenga en cuenta envolventes, aperturas, lo exterior e interior, la topología del lugar. No solo el espacio como lo interpreta la modernidad, sino el vacío inconmensurable y complejo de la contemporaneidad. Una práctica proyectual que busca la investigación y nuevas formas de apropiarse de un sitio, para transformarlo en habitable.
Se propone diseñar diferentes hábitat y equipamientos como pisos piloto experimentales, donde la flexibilidad y los diferentes modos de vida innovadores sea un componente esencial del proyecto.
En esta primera edición, se trabajó en un edificio de la trama de Ciudad Vieja, construido en los años 50 y hoy en desuso. Tomando un piso por usuario, cada unidad debió responder a los requerimientos básicos del cliente seleccionado, y permitir el habitar cotidiano del mismo.