Difundimos la nota publicada en el Boletín Nº 1 (diciembre 2011) de Bienestar Universitario, acerca de uno de sus proyectos de carácter social referido al Apoyo a Estudiantes Sordos:
Uno de los proyectos de carácter social que desarrolla con éxito Bienestar Universitario es el referido al “Apoyo a Estudiantes Sordos”. El mismo tiene por objetivo financiar la contratación de intérpretes de lengua de señas para estudiantes de la UdelaR con sordera profunda . Estos intérpretes cumplen la tarea de apoyar a los estudiantes sordos en la asistencia a clases.
En 2011, por primera vez una persona sorda, que contó con el apoyo de interpretes de lengua de señas para hacer una carrera terciaria, recibió un título universitario de la Universidad de la República. Ella es Lorena Rucansky, quien desde 2006 contó
con esta colaboración y recientemente se recibió de psicóloga.
En el proyecto participan el Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda (CINDE) y Bienestar Universitario de (UdelaR). La falta de interpretes hacía que los pocos estudiantes sordos abandonaran los estudios por falta de motivación o por no poder avanzar en la carrera.
Actualmente en toda la UdelaR, cursan diversas carreras un total de 13 personas sordas que reciben el apoyo del intérprete de lengua de señas. Tres de ellas lo hacen en Bellas Artes, otras tres en Facultad de Ciencias, dos en Ciencias Económicas e igual número en la Escuela de Administración (EDA) y en Facultad de Derecho, y una en Ciencias Sociales.
El convenio establece que el sueldo de los profesionales sea financiado por Bienestar Universitario, hasta llegar a 50 alumnos sordos. En caso de sobrepasar esa cifra, serán los distintos centros los que se harán cargo de los costos. De acuerdo a datos de Cinde, en Uruguay hay unos 30 mil sordos de los cuales la mitad cuentan con bajos niveles de alfabetización.
Lorena Rucansky, primera egresada con apoyo de Intérpretes, destacó el aporte que realizan los intérpretes porque considera que son de gran ayuda. “Sin ellos, nunca podía saber qué ocurría en la totalidad de la clase. Con ellos, dijo, uno podía enterarse de hasta la conversación que tenía el alumno con el docente y hasta los chistes que se hacían en clase.”
Fiorella Bianchi, intérprete de Lorena afirmó que “se avanzó muchísimo, pero aún falta mucho”, aunque aclaró que «al principio costó que se reconociera la función, pero hubo avances en ingresar con nuestra prestación a la educación, y particularmente en la Universidad.”
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