La Plaza es un ciclo de notas sobre temáticas de relevancia para la comunidad de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), con el objetivo de compartirlas puertas adentro y difundirlas puertas afuera, y de aportar nuevas miradas a la esfera pública. Esta línea editorial, llevada adelante por el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la FADU, procura poner en valor figuras, propuestas, actividades o prácticas académicas específicas de nuestras disciplinas que puedan convocar el interés de la sociedad en su conjunto.
Patio comparte a continuación la primera salida correspondiente a la edición 2025:
De domingo en domingo
Durante marzo y abril continúa el 3er. Festival de Arquitectura, Diseño y Ciudad. Barrial y en movimiento 2025.
Domingo quedó formalmente inaugurado tras vencer el excesivo calor del último fin de semana de febrero. Pero, ¿quién es Domingo? Es el nombre de un dispositivo trasladable móvil creado por la FADU, insignia del 3er Festival de Arquitectura, Diseño y Ciudad, que se está llevando adelante desde el mes pasado.
Fue concretado por Usina, el colectivo de innovación de la Facultad, que además es responsable del festival, y cuenta con el apoyo de la Intendencia de Montevideo (IM).
El dispositivo es un carro de hierro remolcado por una camioneta. En su interior se trasladan los materiales necesarios para el desarrollo de actividades en territorio. Una vez abierto el carro, se distribuye su contenido en el entorno de su estructura principal de manera de poder llevar adelante talleres, exposiciones, mesas de diálogos barriales, entre otras actividades.
Así quedó reflejado el domingo 23 de febrero en la Plaza Larocca de la Ciudad Vieja de Montevideo. En la ocasión tuvo lugar la primera parada de Domingo y el primer encuentro abierto a la comunidad en el marco del festival y que se denominó «Vienen pueblos». Entre otras propuestas hubo talleres sobre reciclado de vidrio; diseño urbano para la promoción de ciudades más accesibles para niñas y niños; monitoreo ambiental participativo.
Asimismo, se pudo disfrutar de distintas muestras interactivas. Se presentó la exposición Latir Urbano, una experiencia asociada a la generación de residuos, en la que se reflexionó sobre el impacto que estos tienen en la vida cotidiana. Próximo a la plaza, en el Museo de las Migraciones, se expuso la muestra Montevideo. Una ciudad fuera del espacio, que reinterpreta y representa en afiches y distintos soportes el poema «Montevideo», de la escritora Cristina Peri Rossi. También se exhibió una maqueta interactiva, fruto de la investigación sobre movilidad inteligente y sostenible llevada adelante en 2024 por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) en colaboración con la FADU.
Asimismo, hubo lugar para la fotografía al exponerse imágenes antiguas y aéreas sobre la Rambla Sur y planos de archivo.
En las distintas actividades hubo espacio para el intercambio entre quienes se acercaron, al tiempo que se realizó la Mesa de diálogo Diseño y Economía Social y Solidaria. Diálogos para sostener la vida.
Finalmente, se instaló el Lentejón, un dispositivo multifuncional inflable, realizado con materiales reciclados y pensado como un espacio de disfrute, que resultó de gran atractivo principalmente para los más chicos. El Lentejón funcionó además como punto de recepción de donaciones de alimentos no perecederos para el merendero Las Bóvedas.
La agitada y calurosa jornada de domingo se cerró al anochecer con una instalación de videomapping.
La previa
La preparación de la primera actividad abierta del festival implicó muchas horas de trabajo de estudiantes y docentes de la FADU, así como del equipo organizador de Usina.
En diálogo con La Plaza, Victoria Abreu y Agustina Sánchez, integrantes de Usina, explicaron que primero se realizó una convocatoria interna en la FADU basada en distintos ejes temáticos sobre asuntos «que interesan a la construcción de la ciudad, y que forman parte de la agenda de temas contemporáneos que nos ocupan y preocupan». Estos ejes fueron: el agua, la alimentación, el reciclaje, los cuidados, la energía, la movilidad y el patrimonio.
La convocatoria estuvo dirigida a estudiantes de las distintas carreras de la FADU y en primera instancia se les invitó a un taller de verano que se realizó en el Espacio Modelo del 17 al 22 de febrero. Allí se prepararon las propuestas y actividades para los encuentros con la comunidad, tanto la que se llevó a cabo en la Ciudad Vieja como las que vendrán.
Ambas entrevistadas compartieron con entusiasmo que se logró que el Festival fuera acreditado como unidad optativa para la escolaridad de quienes se inscribieron. «Eso fue muy importante para legitimar el espacio, como ámbito de formación, como otro modo de hacer extensión universitaria».
El trabajo en el taller de verano y el encuentro previo con actores locales de cada zona donde transcurrirá el festival fue prioritario para la organización. Allí la IM facilitó el acercamiento con organizaciones locales. «Tuvimos algunos intercambios para que la llegada del festival a cada uno de los barrios tuviera sentido», señalaron. La preparación tuvo como objetivo que la FADU no llegara a los distintos barrios «a desplegar lo que se le antojara», sino que hubiera un «pienso» en conjunto que les permitiera entender «cuáles son sus intereses, qué cosas están haciendo como grupo, como colectivos constituidos, y qué podemos aportar nosotros desde la facultad a lo que ya están construyendo».
Continúa el recorrido
El Taller de Verano y todo el trabajo previo realizado son la base para mantener la escala barrial de la propuesta del festival, fiesta que además responde al cierre de las celebraciones por los 300 años de Montevideo.
La próxima actividad tendrá lugar en Capurro, el 16 de marzo, y se denominará «Vienen cielos». A fin de mes, el 30 de marzo, Domingo estará presente en Punta Carretas, en el evento «Vienen las sirenas».
En tanto, en abril, la actividad «Vienen sueños» se desarrollará el domingo 06 en Malvín y Punta Gorda, y «Viene un cerro, patrón de miradas» el domingo 27 en el Cerro de Montevideo.
Al consultar a las entrevistadas sobre las expectativas que tiene la organización con el desarrollo del festival, no dudaron en afirmar que quieren que sea un «punto de partida». «Queremos que el festival desencadene otras cosas, que dé pie a que se puedan generar proyectos de investigación y de extensión. Y que pueda ser el puntapié inicial para que se sigan amplificando proyectos que ya empezaron a aparecer. También que nos permita seguir sacando a la FADU hacia afuera, porque vamos a contar con Domingo, un dispositivo que podrá ir al CURE, al CENUR, que se irá moviendo y que tiene la posibilidad de cruzar la frontera, de llevar a la FADU a otras “Fadus” regionales. Seguir amplificando esa red», concluyeron.