Omar Gil

Palabras de despedida

Compartimos a continuación palabras de despedida al profesor Omar Gil, enviadas por diversos ámbitos de nuestra Facultad y de otros servicios universitarios.

Omar me visitó hace poco tiempo en el decanato de la FADU. Quería que conversáramos de algunos temas que le daban vueltas en la cabeza y me propuso una reunión. Como siempre, él tenía muchas ideas para proponerle a la Facultad. Su pasión por la docencia, por las matemáticas y por las artes eran una combinación tan poco frecuente como explosiva. Quizás por eso cuando parecía que ya nada podía superar a su iniciativa anterior nos sorprendía con una nueva propuesta que en la dulzura de su relato y en la ilusión de su mirada nos abrazaba y acababa por involucrarnos a todos. Esa era su magia.

Sentíamos mucha afinidad humana por lo que no fue de extrañar que la conversación fuera derivando con naturalidad en otros temas. Me habló de su preocupación porque percibía que la investigación en enseñanza era insuficientemente valorada en la Universidad. Sólo la publicación de artículos en revistas científicas parecería sostener el prestigio académico de los matemáticos. Sin embargo el entendía que también resultaba un desafío irrenunciable para la vitalidad de su disciplina cautivar a los jóvenes estudiantes en las aulas. Por eso era imprescindible investigar en formas novedosas de enseñanza que estimulen el placer del pensamiento y de la innovación. Omar lo sabía y puso todo su talento a trabajar en ese sentido. Por eso sus alumnos percibieron las matemáticas de una manera diferente, por eso lo querían y valoraban tanto.

La conversación siguió y casi sin darnos cuenta estábamos hablando de nuestras vidas, de nuestros padres, de nuestros hijos y de todo aquello que influye y determina quienes somos, de nuestras vocaciones y pasiones. Así fue que en un momento me contó de una idea que estaba trabajando desde hace tiempo. Me contó de lo inapropiado que le parecía la denominación de nuestra especie como Homo Sapiens. No somos el hombre que sabe –me dijo- somos el hombre que aprende. Esa ha sido la principal diferencia de nuestra especie respecto a las demás: no saber sino aprender.

¡Esa idea me cautivó! Define perfectamente a Omar y a todos los grandes pensadores: la humildad de querer aprender frente a la soberbia de pretender saber. Me adelantó más de su trabajo: me dijo que averiguó cómo se diría en latín hombre que aprende para proponerlo en su ensayo como nombre alternativo al Homo Sapiens. Cuando me nombró cual sería el nuevo nombre me pareció genial y traté de retenerlo pero no pude. No importa –pensé– se lo preguntaré a Omar cuando conversemos nuevamente. Pero nunca lo hice.

Quise retenerlo y no pude.

Creo que eso es lo que sentimos hoy todos los que lo conocimos.

Hasta siempre Omar y mil gracias.

Marcelo Danza
Decano FADU

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A toda la comunidad de Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo:

Comunicamos en el día de la fecha el fallecimiento de Omar Gil, profesor titular de la Cátedra de Matemática.

Omar ha sido un gran referente para todos los docentes del equipo, un guía de primera línea en nuestra labor diaria como docentes universitarios, un apoyo constante para todos los estudiantes que han interactuado con él y un gran compañero con todos los funcionarios de la Facultad.

En su labor diaria siempre ha estado en busca de mejorar la educación actual, de mejorar nuestras prácticas en el aula, promoviendo continuamente la adquisición de nuevas herramientas y estrategias para que todos tengan el mismo derecho a aprender. Siempre lo hacía con mucho rigor, con profesionalidad y afecto.

Su insistencia en lograr estos objetivos ha promovido cambios en nuestras actividades académicas y mejoras notorias en los aprendizajes de nuestros estudiantes.

Sin duda alguna será para toda la comunidad universitaria, para sus familiares, sus compañeros de trabajo y para todos los estudiantes que han tenido el placer de tenerlo como docente, una gran pérdida.

Cátedra de Matemática, 29 de mayo de 2020
FADU, Udelar

 

Omar Gil
la pasión de ayudar a quienes quieren aprender

No es justo que a los veteranos nos toque despedir a quienes son mucho menores. Cuando buceo en la memoria a la búsqueda del joven Omar Gil, los datos me aparecen imprecisos y las lágrimas nublan los recuerdos. Pero la juventud vence a la tristeza y pronto tengo por delante la imagen de un muchacho desbordante de simpatía y entusiasmo. Así se desencadena una cadena de evocaciones.

Ahora estamos en Córdoba, toca a su fin la Escuela Latinoamericana de Matemática de 1991. Es la extraordinaria oportunidad de que se conozcan mis antiguos alumnos de la Universidad Central de Venezuela y mis nuevos colaboradores de la Universidad de la República. Difícil para uruguayos estar a la altura de la cordialidad venezolana, pero Omar da sobradamente la talla: tras generar admiración con su presentación académica, embelesa a las matemáticas caribeñas a las que invita a bailar.

Fue parte de la generación de jóvenes que llenó de alegría la fundación de la Facultad de Ciencias. Integró su Consejo como delegado estudiantil. Seguramente en esa tarea afinó su capacidad para intercambiar ideas, fomentar diálogos, transitar caminos innovadores. El cogobierno es – se sabe o debería saberse – una escuela de ciudadanía. También es un ámbito de formación para la docencia.

Con Omar nos reuníamos sistemáticamente en el Seminario de Teoría de Operadores, al que aportaba su iniciativa y el talento para disfrutar de la creación matemática. Creo recordar que apreció especialmente una exposición sobre una pequeña maravilla de la disciplina que se conoce como parámetros de Schur. Modestia aparte, la vida me ha enseñado a reconocer a la gente capaz: en seguida supe que Omar lo era.

Más pronto, sin duda, lo supo Mario Wschebor que le propuso ser su Asistente Académico como Decano de la Facultad de Ciencias. Recuerdo la alegría de Mario cuando me contó que Omar había aceptado.

Son memorias de antaño. Más se conoce la trayectoria posterior del matemático destacado, doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor titular de la Universidad de la República quien – como lo destaca con sentidas palabras el comunicado de la Comisión Central de Enseñanza – fue asimismo Premio Bartolomé Hidalgo y Premio Nacional de Literatura (por ‘Matemáticamente tenemos chance’), autor y actor teatral, colaborador activo del PROGRESA (Programa de Respaldo al Aprendizaje), miembro comprometido del cogobierno universitario.

Dotado de tan múltiples capacidades, Omar hizo una opción, o quizás sintió el llamado de una vocación. En cualquier caso, dedicó una inmensa cuota de energía y creatividad a ayudar a quienes quieren aprender. Cumplió una labor docente de amplio espectro en la cual privilegió la renovación y la diversificación de las modalidades de enseñanza, sin ahorrar sacrificios. La rutina le fue ajena, el entusiasmo su compañero de ruta. Sabía mostrar que la matemática es hermosa y puede ser fuente de deleite. Multiplicó los espacios de encuentros interdisciplinarios para cultivar y mejorar la enseñanza. Quienes fueron sus alumnos y colaboradores podrán atestiguar, con mucho mejor conocimiento de causa, que mis elogios se quedan cortos.

La salud fue cruel con Omar. Alguna vez me contó acerca de cómo enfrentaba las perspectivas complicadas que tenía por delante. Además de su capacidad, llegué así a admirar su entereza. Quienes lo conocieron de cerca saben cuánto lo ayudó su familia en esa batalla difícil. También lo hizo la energía emocional que le generaba su labor docente y la pasión con que la desempeñaba.

La Universidad de la República es, ante todo, una comunidad espiritual que sobrelleva tiempos difíciles y siempre sirve al país porque sabe suscitar el compromiso militante de personas como Omar Gil. Nuestro compañero vivirá en su familia, en la memoria de sus amigas y amigos, en el agradecimiento de sus estudiantes que ya se están multiplicando en las redes, en el reconocimiento de la institución por la que tanto hizo.

En esta hora aciaga, confío en que su esposa Maggie, su hija Aitana y sus hijos Patricio y Federico se sientan rodeados por el cariño de tanta gente que tanto quiso a Omar.

Rodrigo Arocena
Ex Rector Udelar

 

Matemático, doctor de la Universidad Autónoma de Madrid, investigador, docente de las Facultades de Ingeniería y de Arquitectura de la Universidad de la República, Premio Bartolomé Hidalgo y Premio Nacional de Literatura con su Matemáticamente tenemos chance (Fin de Siglo, 2013), una obra que combina la ficción, la divulgación científica y el ensayo sobre educación. Autor y actor teatral, colaborador activo del Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) desde sus inicios. Estas líneas describirían la biografía oficial, digamos, de Omar Gil. La otra, la más personal, debería incluir su compromiso con la enseñanza y el cogobierno universitario, su creatividad a la hora de ejercer la práctica docente y el título de buen tipo.

Profesor titular de Cátedra de Matematica desde 2013, Omar fue creativo y humilde. Sus propuestas siempre buscaron promover mejoras en los cursos y aportar a los procesos de aprendizaje de la matemática. Su veta artística lo llevó a incursionar en el teatro, donde amalgamaba el arte con el estudio de la matemática. Así surgió Primos entre sí, una obra lúdica y didáctica, que habla de las fronteras del conocimiento. Así lo explicaba Omar: Las conjeturas son enunciados que se intuyen como verdaderos, pero de los que nadie conoce su demostración. El deseo de probarlas y la posibilidad siempre abierta aunque improbable de encontrar una refutación guían la labor de los matemáticos de todo el mundo. Estos cruces entre el teatro y la matemática lo condujeron, más tarde, a coordinar el proyecto Teatro y Matemática. Se trataba de popularizar la ciencia, la tecnología y la innovación. Lo hizo auspiciado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación.

Investigador del programa PEDECIBA y profesor agregado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, integró el Programa para el mejoramiento de la enseñanza de la matemática de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de Uruguay, y el equipo del proyecto Herramientas para la formación de Profesores de Matemática, del Ministerio de Educación y la Academia de Ciencias de Chile. Actualmente estaba cursando la Maestría en Enseñanza Universitaria. Asistía permanentemente a cursos de actualización docente. Aún enfermo, sostuvo su compromiso con las Tutorías Entre Pares de Progresa, una tarea que siempre abrazó con dedicación: no dejó de ir a la cárcel a enseñarle matemática a las personas privadas de libertad.

Lo despedimos con enorme tristeza, pero con la convicción de que su aporte será semilla.

Hoy es un día triste para nuestro programa.

Lo vamos a extrañar.

Programa de Respaldo al Aprendizaje
Udelar

 

Con mucho dolor lamentamos comunicar a toda la comunidad universitaria el fallecimiento de Omar Gil ocurrido en el día de hoy.

Decir que es matemático, doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, investigador, docente de las Facultades de Ingeniería y de Arquitectura de la Udelar, Premio Bartolomé Hidalgo y Premio Nacional de Literatura (por Matemáticamente tenemos chance), autor y actor teatral, colaborador activo del PROGRESA, miembro comprometido del cogobierno universitario, es muy poco para lo que significa Omar para nosotros.

Siempre interesado por la enseñanza, fue un auténtico innovador de las prácticas docentes, un incansable explorador de nuevas formas de enseñanza y de aprendizaje que mejoraran las oportunidades educativas de nuestros jóvenes. Prueba de esto es que actualmente estaba cursando la Maestría en Enseñanza Universitaria y asistía permanentemente a cursos de actualización docente.

En este momento distinto para la Universidad y para el país, enviamos un apretado abrazo a su esposa y a sus hijos, a todos los alumnos, colegas y amigos que sembró. Lo vamos a extrañar.

Hasta siempre Omar.

Comisión Sectorial de Enseñanza
Udelar

 

Estimados colegas de la Universidad de la República:

Deseamos hacerles llegar nuestro pesar por la pérdida del catedrático Omar Gil, acontecida en el día de la fecha.

Su valor personal trascendía la gran capacidad intelectual y la apertura mental que lo acompañó en su trayectoria. Por sobre todas las cosas, el mundo se priva de una gran persona.

Los acompañamos sinceramente.

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, 29 de mayo de 2020
Universidad Nacional de Mar del Plata

 

Recibimos y difundimos con mucha tristeza la noticia del fallecimiento del Docente Omar Gil.

Para nosotres, Omar no sólo fue un docente muy apreciado, sino que significó un cambio sustancial y necesario en la disciplina de la matemática en nuestra casa de estudios.

Lo despedimos con muchísimo respeto, porque él representó una carrera y una perspectiva en la enseñanza que a nosotres, les estudiantes, no sólo nos permitió avanzar en los conocimientos, sino que demostró que la pasión por transmitir lo que uno sabe, y el trabajo constante, siempre darán buenos resultados.

Cuando el momento sea oportuno, nos gustaría que se nombrara algún espacio de FADU en su honor, para perpetuar la importancia del trabajo en enseñanza.

Valoremos siempre a nuestros docentes comprometidos, y sigamos su ejemplo.
Un abrazo y nuestro más sincero pésame,

Centro de estudiantes de Diseño y Arquitectura FADU

 

Con profundo dolor comunicamos el fallecimiento del profesor Omar Gil, docente grado 5 titular del área de matemáticas. Muchos de nosotros que lo tuvimos como docente y lo conocimos como persona lo recordaremos con profunda admiración y cariño.

En este triste momento que vive la Facultad, queremos destacar su reconocida labor como docente. Recordamos su búsqueda constante de innovación en los cursos, entre ellos sus matemáticas en chancletas, cursos que le dieron a muchos estudiantes una posibilidad más de aprender y aprobar en sus cursos.

Queremos hacer llegar a su familia, compañeros y amigos desde CGU Fadu nuestro más sincero pésame. QEPD.

Corriente Gremial Universitaria FADU